sábado, 21 de febrero de 2009

EL MONJE LABRADOR


Se encontraba un sabio monje cuidando su jardin, cuando entre su más bellas flores, se dio cuenta que una de ellas estaba marchita. Se aproximo hacia ella y acariciandola con cuidado para no herirla más, le comento:

-De entre todas ellas, tú no eres la más bella, ni la más esbelta y espigada, ni siquiera la más grande y olorosa. Pero si eres la que más necesita de mi ayuda.-

Por la mañana habia caido el rocio, que con su humedad y frescura tanto agradecen las flores. Recogio delicadamente varias gotas y las volcó sobre sus petalos. Cuidadosamente la humedad que no dejaban otras flores entrar fue reposando sobre sus hojas resecas. Aparto las hojas mustias que habian caido sobre ella con mucho mimo y comenzo a acariciar todas las flores para no crear envidias entre sus compañeras de alrededor.

Pasaron los dias y poco a poco los cuidados fueron dando fruto y la marchita flor de dias anteriores, se convirtio en el orgullo del jardín y del anciano monje, que con todo su esfuerzo habia dispuesto toda su sabiduria para salvarla de una muerte segura.

-Flor de mi bello jardín, de entre las más tristes, te has convertido en la más bella del lugar, tú que eras la que más me necesitada y ahora te has convertido en la más alagada. Te di mi amor y mi sabieza y tú me diste tú amor. Has púes de lo nuestro tú vida, por si a mí me queda poca y vuelca todo tú amor, por que sólo con amor se genera vida.....

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