lunes, 16 de febrero de 2009

MI PAJARO TRISTAN


Todas las mañanas miraba como cantaba Tristan, era toda una delicia, tan alegre, tan contento y feliz con tanto brio. Su canto parecia música celestial. Mientras en la galeria, le limpiaba la jaula lo ponia cerca de la ventana, para que de esta manera le diera el sol y respirara aire puro. Le cambiaba el agua y la comida y siempre daba saltos de alegria como si mí presencia cada mañana fuera una sorpresa en su vida única e irrepetible.

Tanto en invierno como en verano, durante todo el año , el rito de cada mañana era el mismo y para finalizar el toque magico, le ponia una hoja de lechuga para que podiera variar un poco su dieta.

Siempre lo dejaba mirando hacia un bosque, para que de esta forma pudiera ver a sus compañeros y no se sintiera sólo. Una mirada al exterior le haria valorar de una manera especial lo que en realidad tenia su vida.

Un dia mientras limpiaba la jaula y le renobaba la comida, en un despiste, se me cayo el agua. Fue visto y no visto, cuando volvi a incorporarme, el pajaro no estaba. Mire por toda la habitación, la galeria, mire por todas partes, pero no lo encontre. Oia su canto y segui buscando, hasta que me di cuenta que la ventana estaba abierta y que por ese lugar evidentemente podia haber salido al exterior.

Con el corazon en vilo me dí cuenta, que Tristan, habia huido. Le limpie la jaula y le puse la comida, el agua y su hoja de lechuga que siempre le colocaba. Fui un dia y otro y así durante una semana y no aparecia. Empece angustiarme por la situación, y sali a buscarle, recorri el jardín silbando como su fuera él mismo. Despues fui al bosque pero tampoco lo encontre. Pasaron meses y yo segui con la misma rutina, hasta que un día encontre una ramitas dentro de la jaula.

Tristan ¿podia haber regresado? Me pregunte. No lo se... El caso, es que dias más tarde vi más ramitas dentro de su jaula y me anime en pensar que podia ser él. Aunque el invierno comenzaba hacerse presente aún tenia una oportunidad si volvia pronto. Un animal que estaba acostumbrado al calor hogareño de los humanos, tenia más dificultades para sobrevivir en el exterior gelido.

Pasaron los dias y no aprecia, la verdad es que yo perdi la esperanza de volverlo a ver. Mientras retiraba un poco la nieve, en el fondo del jardín, vi dos figuras entre lazadas por el pico, los dos llevaban una ramita su última ramita...Tristan habia elegido la libertad , su nuevo amor...

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