martes, 17 de marzo de 2009

EL AMOR DE UNA MADRE


Hacia tiempo que no sentia su calor, ni casi el latido de su corazon, ni siquera tenia la sensación de movimiento. Hacia tiempo que no sentia a madre para nada. No recuerdaba la sensación de vacio, de un vacio tan intenso, que me hacia sentir frio. Como si su cuerpo hubiera dejado de existir y sólo un hilo de vida, le permitiera seguir conmigo. De vez en cuando, padre le hablaba, lentamente, palabra a palabra, como intentando con cada frase darle la energia necesaria para devolverle la vida, la vida que parecia perdida. Entre la piel de madre, escuchaba su voz triste y aterciopelada, escuchaba sus pensamientos y notaba sus caricias. Muchas veces los tres juntos nos fundiamos en un abrazo, nos fundiamos en uno sólo.

Tiempos atrás, tanto padre como madre, hablaban sobre ellos y nuestro futuro, él de los tres. Ella decia que valia la pena intertarlo, que mientras su corazon latiese, queria dar vida. Padre le decia que no era necesario ese sacrificio, que la amaba, que tenerme o no tenerme, le daba igual, que aún tenia una oportunidad. Pero madre me sentia en su interior, notaba como lentamente evolucionaba y crecia ese ser vivo que deseaba. Ella tenia claro que su último esfuerzo, era para mi, queria tenerme simplemente por amor. Sentirme poco a poco, mientras pudiera, hablaba conmigo, me acariciaba, queria sentirse mujer por última vez.

Alla tumbada inerte, iban pasando los dias, y a la misma vez se le iba acotando la vida, yo me notaba más prieto, más incomodo dentro de ella. El espacio cada vez más reducido me creaba una cierta incomodidad, los meses iban pasando y yo crecia y crecia, los medicos le comunicaban a padre que no se preocuparan por mí. Que el feto estaba bien y evolucionaba normalmente a pesar de las condicones en las que me encontraba, pero madre, madre era diferente, a ella se le iba la vida, su fuerza estaba concentrada toda simplemente en mi. Escuche con preocupación las explicaciones que hacia el medico a padre,mientras madre habia entrado en un coma muy profundo. Llevaba dias sin responder y sólo la asistencia remota nos hacia vivir a los dos. Necesitaba sentirla, poder hablarle y darle las gracias por todo lo que estaba haciendo para mantenerme en vida. Pero ella no podia. Los medicos decidieron que ya no se podia esperar más, peligraba mi vida, no la de madre, púes la suya ya estaba perdida. Vi la luz y la vi a ella, tumbada, palida como dormida. Fue precioso, despúes de tantos dias en su interior poder ver su imagen aunque sólo fuesen unos instantes, la vi sonreir y mirarme, no se como pude verlo o simplemente lo soñe. Lo que si estoy seguro de haber sentido es su voz, en mi interior poco antes que nos separaran. Despúes simplemente oí un pitido......

4 comentarios:

Paula dijo...

Qué historia bella y conmovedora!!
No sabés cómo me llega!
La muerte es un tema complicado en mi vida y siempre que leo este tipo de historias, se me escapa una lágrima y siento que la vida es injusta.
Te dejo un abrazo y gracias por tus comentarios.
Nos seguimos!!

Myriam dijo...

Listo, nos seguimos!
Volvere con mas tiempo a leerte.
Por ahora solo saludarte y decirte que me alegro de este encuentro


Un abrazo

MarianGardi dijo...

Gracias por tu comentario en mi blog, vendré a verte.
saludos

Amig@mi@ dijo...

PRECIOSO DE VERAS. !ME ENCANTÓ!
Un abrazo