domingo, 1 de marzo de 2009

LAS TRES REGLAS


Mario era un anciano, un hombre, con mucha sabiduria, una persona de pocas letras y menos números pero, con una gran filosofia. Amante de la vida, de la buena vida, nunca dejo de darme consejos, de darme inspiración y buenas palabras. Cuando era joven siempre me decia que buscar un sentido a la vida, era lo más importante, tener un objetivo claro y concreto siempre era una ventaja.

-La vida, sólo és una disfrutala y aprovechala porque todo pasa-

Que razón tenia él la disfruto, la vivio y la paso.

Con el tiempo conocí más gente mayor, jovenes en una epóca, adultos en otra y mayores. A todos en cierto modo, la vida les habia enseñado algunas cosas buenas y otras menos buenas. Ellos también en cierto modo habian disfrutado de su vida, de una vida plena, en algunos momentos de sacrificios, pero la habian disfrutado.

Mario me enseño, que cada día era único, que cuando despertara por la mañana, cogiera aire con todas mis fuerzas y lentamente lo sacara . Asi varias veces como saboreando el aire, él me decía que cada aire era distinto, como el dia y un aire sin saborear, era como un dia perdido. que amara cada dia, como ese amor, en él que se vuelca todo el sentimiento. Por que sólo amando podia cocebir ese nuevo amor. Mario núnca se canso de vivir y me comento que núnca me cansara de vivir, que el dia que me cansara de vivir habria muerto, que tuviera alegria, que siempre sonriera, que fuese honesto, que núnca mintiera, que siempre estuviera activo....

Por último siempre me comentaba las tres reglas:

-Un hombre siempre a de tener en cuenta tres cosas en la vida que ha de realizar: Un hijo, un libro y plantar un arbol-

-Són las reglas de la vida las cuales has de tener en cuenta para realizarte como persona. El hijo, para perpetuar tú sangre y tú ser, algo por lo que luchar cada dia. Un libro en el cual poder expresar tus pensamientos e ideas, y poderlas enseñar a las siguientes generaciones y un arbol como significaciòn de respeto y amor a la tierra. -

Mario fue un gran referente en mi vida, como muchas personas mayores, con las cuales he tenido relación. Ahora yo también intento rodearme de gente más joven. Intento transmitir sus perceptos para que las tres reglas continuen, pasando de generación en generación

2 comentarios:

Ruth L. Acosta dijo...

Hola Jorge...

Disculpa, leí bien? anciano tu?? por favor, no ofendas... ó entonces aparentas menos edad de la que crees que tienes... dicen que tenemos la edad que refleja el espejo, que es la edad de nuestra alma... yo no sé porqué, pero en mi espejo me veo más joven cada día... no te rías, es serio...

Que lindo que tengas entre tus amigos a personas que puedan llenarte con su sabiduría y entendimiento de la vida... yo también, tengo la manía de acercarme a personas con "juventud acumulada" y que dejan en mi, toda la experiencia y sabiduría que no podemos comprar en ninguna parte...

Gracias por tu visita, es un placer tenerte en casa,

Te mando mi cariño desde México,

Jassy dijo...

¡¡¡OMG anciano con 42!!! acabo de cumplir 38 y que debo sentirme ¿una dulce viejecita?? ¡¡noooooo hommbre, si estamos en la flor de la vida!! jejejejej
Esa gente que llega a nuestra vida para quedarse y dejarnos una gran lección al partir, es la que nos hace mejores personas. Gracias por pasar por mi blog y por tu saludo.
Nos leemos.