lunes, 16 de marzo de 2009

UN AMIGO FIEL


Hola! Me llamo Terry y soy un pequeño perro faldero. Si faldero, de esos perros que van detràs de sus dueños siguiendoles a todos lados de forma persistente, o sea, una enganchina de perro. Os cuento esta pequeña historia por que, en un futuro, no muy lejano, si puede ser, me gustaria que mi experiencia no la tuviera que sufrir ningùn animal domestico o no tan domestico.La historia comienza asì.....

Los domingos por la mañana mi dueño y yo saliamos con el coche a dar una vuelta. Nos alejabamos un trozo largo de casa para llegar a la montaña y haciamos pequeñas caminatas por diferentes lugares de la comarca. Mientras paseabamos él me lanzaba una pelota de goma, que yo recogia a toda velocidad y se la traia otra vez esperandome que me la volviera a lanzar. Aquel domingo antes de salir mis dueños habian discutido por las vacaciones de verano nùnca, les habia visto tan enfadados pero, aún asì cogimos el coche y salimos hacer una excursión por la montaña.

Llegamos a un gran descampado, aparcamos y yo salì corriendo todo contento esperando que me lanzara por prmera vez la pelota de goma. Él de su bolsillo la saco me miro y la lanzo con toda su fuerza. Corrì mirando la pelota como se acercaba hacia mì, con tan mala suerte que no pude atraparla, en el primer intento, llevaba mucha fuerza y el siguiente bote la hizo caer por un pequeño barranco colindante. Lo mire, me lanzo una orden de ir a buscarla y yo como perro obediente me lanze en su busqueda. La cogi, esta vez si, a la primera, y volvi a toda prisa al lugar de origen. Mire hacia un lado y hacia el otro del descampado y no encontre a nadie, se habia marchado. Nùnca pense que me pudieran abandonar de esta forma tan vìl y traicionera, espere durante unos minutos, los minutos se hicieron horas y aburrido de tanto esperar comence a caminar sin rumbo y sin sentido.

Cuando llevaba caminando un rato largo me encontre, con otro perro, estaba urgando entre un container de basura, su olor era pestilante y le pregunte si sabia el camino de la ciudad. Me comento que la ciudad estaba lejisimos y que lo mejor que podia hacer era comer algo porque, necesitaria mucha energia para llegar a la ciudad. La verdad es que tenia razòn el estomago comenzo a ronronear u sonido de vacio asì que le volvi a preguntar si sabia algùn lugar dònde un perro como yo, pudiera comer dignamente. ¡¡¡DIGNAMENTE!!!! Respondio el perro, y me señalo las bolsas qe tenia delante tiradas. -Come lo que encuentres entre las bolsas, los restos que dejan los humanos a veces sòn deliciosos-.

En realidad, me costaba creer lo que tenia que hacer para no morirme de hambre pero, no me quedaba remedio. Con el tiempo me acostumbre al pillaje de los containers y a otros lugares dònde encontrar alguna cosa con lo que alimentar el que habia sido hasta ese momento un estomago delicadisimo.

Con el tiempo la banda fue creciendo y de dos miembros pasamos a ser varios màs y, por dònde pasabamos haciamos estragos asì que , pronto dejamos de pasar desapercibidos. Los agentes de la perrera hicieron varias batidas y nos atraparon, sin que tuvieramos escapatoria, nos recogieron en un furgòn y nos encerraron a la espera que nos vinieran a recoger.

Era triste mi historia, de estar en una casa comodamente afincado a ser abandonado, de vivir como un perro pordiosero a terminar encerrado en una jaula rodeado de perros histericos que se pasaban todo el dia ladrando y dando golpes por doquier, sòlo me faltaba que me comieran como hacen otros paises como manjar en una fiesta familiar.

Pero, un dia la fortuna llego de mi parte, una jovencita se enamoro al verme, yo como buen perro faldero, comence a ladrarle suavemente y saltar de alegria al verla. Cogio a sus padres de la mano y los acerco hacia mì indicandoles que queria que yo fuese su mascota, fue una elecciòn de las más adecuadas seguro, lo digo yo.

Por fìn saldria en libertad y me podre otra vez ir a vivir con las comodidades de los seres humanos. Llevo ya un tiempo estando con ellos sòn encantadores, se portan de maravila conmigo, pero, hace poco discutieron por las vacaciones.... No se yo pensaba que el perro era el mejor amigo del hombre, el domingo salimos de excursiòn como todos los domingos.....

3 comentarios:

roxana dijo...

Creo que el perro es el mejor compañero para el hombre! me encantan y hace muchos años que deseo tener uno pro donde vivo no me lo permite, pues lo haria sufrir dentro de un departamento. Que lo disfrutes mucho!
Abrazo

Geni (Maria Eugenia) dijo...

Me parece maravilloso como planteas el abandono de perros,cada año ante de las vacaciones miles de perros, son abandonados, es tan injusto.no se ¿como puede alguien hacer esto?.
Quizás, deberían las leyes ser mas duras con esto.
Concienciar a las personas, que un perro es para toda la vida,no es un juguete.
Hasta pronto,un besito.

roxana dijo...

Jorge: me encantò ti dcho de que el tiempo no pasa, es cierto a veces a mi me pasa que me pasa el tiempo porque me siento haciendo cosas por obligaciòn, las cuales detesto. Debo aprender ¡lo se! y estoy en ese camino. veremos
Ojala no pasara para nadie y todos los pudieramos vivir!
¿Podes pasar por mi blog nuevamente y llevarte los dos premios que me dieron mis amigas Lau y Ainhoa! quiro que los tengas expuestos en tu blog.? gracias